jueves, 28 de junio de 2007

1000 grullas para un deseo


La primera vez que oí hablar de Sadako Sasaki fue gracias a la iniciativa que llevó a cabo la región de Extremadura con motivo de la exposición Universal de Aichi. Que como ya os conté es la prefectura donde se encuentra Nisshin y cuya capital es Nagoya. Debió de ser muy emotivo porque entre Extremadura y Japón no solo tienen en común las grullas ( Extremadura acoge en el invierno a la mayor parte de las grullas que emigran del norte de Europa) sino también los cerezos de los que ya os he hablado. Si queréis saber más sobre la iniciativa podéis informaros aquí.

Desde que oí la historia de Sadako y las grullas se me ha quedado metida en la cabeza así que no solo la voy compartir con vosotros sino que en la medida de lo posible os voy a intentar involucrar en mi proyecto personal de las 1000 grullas de origami. La historia la he traducido de la web oficial del proyecto de paz mundial para los niños.

http://www.sadako.org/.

La grulla de papel se ha convertido recientemente en un símbolo internacional de paz como resultado de su conexión con la historia de una niña japonesa llamada Sadako Sasaki nacida en 1943.

Sadako tenía tan solo dos años cuando la bomba atómica cayó sobre Hiroshima, el 6 de agosto de 1945. Mientras crecía Sadako se convertía en una chica fuerte, deportista y con un gran coraje. En 1955, cuando tenía 11 años mientras participaba en una carrera comenzó a sentirse mareada y se cayó al sielo. A Sadako se le diagnosticó Leucemia como a tantas y tantas personas tras la bomba atómica. Su mejor amiga le contó una antigua leyenda japonesa que decía que todo aquel que doblara 1000 grullas de papel se le concedería un deseo. Sadako esperaba que los dioses la concedieran el deseo de recuperarse para poder volver a correr de nuevo. Comenzó a doblar las grullas de papel pero murió el 25 de octubre cuando tenía 12 años antes de llegar a completar las 1000 grullas.

El hecho es que nunca se rindió. Continuó haciendo grullas de papel hasta que murió. Inspirada por su coraje y su fuerza, los amigos y compañeros de colegio de Sadako hicieron un libro con todas sus carta y lo publicaron. Comenzaron a soñar con construir un monumento dedicado a Sadako y a todos los niños que murieron como consecuencia de la bomba atómica. Jóvenes de todo Japón ayudaron a recaudar dinero para el proyecto.


En 1958 la estatua de Sadako sosteniendo una grulla de oro fue descubierta en el parque de la paz de Hiroshima. Los niños pidieron un deseo que fue inscrito en la parte inferior del a estatua y dice:


"ESTE ES NUESTRO LLANTO, ESTA ES NUESTRA ORACIÓN, PAZ EN EL MUNDO"


Hoy en día gente de todo el mundo dobla grullas y las envía al monumento de Sadako en Hiroshima.

Y yo que me quiero sumar a la causa ya he comenzado a hacer mis grullas, con la diferencia de que yo les voy a poner los nombres de las personas a las que van a representar. Cuando las tenga terminadas las llevaré en persona a Hiroshima y las pondré en el monumento de Sadako. Así que todo aquel que quiera tener una grulla con su nombre allí solo tiene que decírmelo y además escoger un color de entre los que os vienen en un paquete de papel para Origami. Yo me comprometo a hacerle una foto a su grulla y a enviársela. Tenéis todo el verano para pedir vuestra grulla.